Empieza hoy: secuencias de yoga para principiantes en casa
Crea tu rincón de calma
Elige una esquina luminosa, despeja el suelo y coloca una esterilla antideslizante. Añade una manta y dos cojines. Apaga notificaciones. Tu cuerpo aprenderá a asociar ese lugar con tranquilidad.
Respiración inicial para centrarte
Siéntate cómodo, manos sobre el abdomen. Inhala por la nariz contando cuatro, exhala en seis. Repite cinco ciclos. Esta cadencia reduce la ansiedad y prepara el sistema nervioso para moverte con suavidad.
Escucha tu cuerpo, evita el dolor
Un tirón agudo es señal de detenerse. Ajusta amplitud y ritmo. Usa la pared como apoyo. En yoga para principiantes en casa, la seguridad gana siempre sobre la forma perfecta o la profundidad extrema.
Despertar matutino: secuencia suave de 10 minutos
Inicia en postura de la montaña, eleva brazos con inhalación, flexiona rodillas al plegarte, manos a muslos. Paso atrás a semi plancha en rodillas, cobra baja y vuelve. Dos rondas lentas, sin exigirte.
Coloca pies paralelos al ancho de caderas. Distribuye peso en talones y metatarsos. Activa abdomen bajo, suaviza mandíbula. Respira tres veces sintiendo la planta del pie abrazar el suelo como raíces vivas.
Fuerza amable: activa centro y piernas sin tensión
Desde montaña, flexiona rodillas como si te sentaras, brazos paralelos. Inhala al alargar columna, exhala para sostener. Tres rondas de cinco respiraciones. Si tiembla, sonríe: el cuerpo está aprendiendo con respeto.
Flexibilidad sin dolor: estiramientos restaurativos
Sentado con piernas extendidas, rodea plantas con una cinta. Inhala al alargar, exhala para inclinarte desde la cadera. Mantén hombros sueltos. Quince respiraciones suaves; busca sensación de espacio, nunca de pinchazo.
Flexibilidad sin dolor: estiramientos restaurativos
Plantas juntas, rodillas abiertas, cojín bajo la columna. Cierra ojos. Inhala por nariz, exhala por boca con suspiros. Permite que la gravedad haga el trabajo. Observa cómo se ablanda la zona interna de muslos.
Cierre consciente: descanso que integra la práctica
Acuéstate con piernas separadas y brazos abiertos. Suaviza la lengua y la frente. Observa tu respiración sin controlarla. Si llegan pensamientos, déjalos pasar. Este descanso integra cada postura practicada hoy.